Me parece importante resaltar ese hecho porque la verdad (así los detractores no lo admitan) es que tan importante captura se dio por la política de seguridad democrática del presidente colombiano Álvaro Uribe, quien con el golpe que propinó a la sanguinaria organización de las FARC al dar de baja a Raúl Reyes también incautó computadores con valiosa información que compromete al ministro de Seguridad de Ecuador, al presidente Correa de dicho país y a Hugo Chávez. Sin embargo, no me salgo del tema y tampoco voy a ahondar en el desarrollo de dicha operación. Retomo el tema de Víktor Bout.
El señor Viktor Anatolyevich Bout nació en 1967 en la antigua Unión Soviética, sin embargo las agencias de inteligencia no han podido establecer si fue en Tayikistán, Turkmenistán o Ucrania. Se enroló en el ejército ruso y llegó a ser agente de la extinta KGB. Tras caer el bloque soviético, muchos agentes de dicha organización se vieron desempleados pero con alto entrenamiento y capacitación en labores de espionaje y manejo de armas. Fundó en 1993 una compañía dedicada a ayudar a los soldados belgas estacionados en Somalia. Esa ayuda consistía en entrega de suministros y armas. Por sus servicios en aquellos años, recibió aproximadamente unos US. $50.000.000 y tres aviones Antonov, lo que le permitió expandir su negocio. Hizo tratos de ventas de armas con grupos islámicos en Afganistán. Mas adelante, paso a venderle armas al gobierno Taliban de aquel entonces. El negocio generaba unas ganancias considerables, lo que le permitió vivir a Viktor Bout de lujo en Bélgica y Rusia. Sin embargo, sus actividades no pasaron desapercibidas por las autoridades belgas, las cuales empezaron a investigar la legitimidad de los negocio de Bout. Este se trasladó a los Emiratos Árabes donde creo otra compañía, la cual pasó a ser su centro de operaciones.
Víktor Bout fue uno de los mayores proveedores de armas de los conflictos Africanos de la década pasada. No tenía ideología alguna y su único aliciente era el dinero. Sin importar la causa le vendía a bandos contrarios que con sus armas se mataban entre si. A pesar de los controles de las Naciones Unidas y Estados Unidos, Bout logró ingresar de contrabando miles de rifles semiautomáticos, lanzagranadas y munición a países como Angola, Camerún, República del Congo, Guinea ecuatorial, Kenya, Liberia, Libia, Ruanda, Sierra Leona, República de Sudáfrica, Sudan, y Uganda, naciones desangradas por guerras civiles y luchas políticas entre facciones. Entre sus "distinguidos" clientes se encontraban los Talibanes y Charles Taylor, presidente de Liberia entre 1997 y 2002, quien ha sido considerado uno de los mas sanguinarios líderes africanos. A pesar del embargo militar impuesto a esos países, Bout se las ingeniaba para ingresar de manera ilegal las armas. De ahí el apodo de “mercader de la muerte”.
Después de los atentados del 11 de Septiembre de 2001, las autoridades estadounidenses le dieron prioridad en su lista de los mas buscados, por los nexos que Bout tenía con Al-Qaeda. Sin embargo, se trasladaba con facilidad de un país a otro (tenía 5 pasaportes), a pesar de haberse emitido una circular roja de detención por parte de
Nota curiosa: Hasta hace poco supe que la vida de Viktor Bout fue llevada al cine. Recuerdo haber visto una película en el 2005 llamada “Lord of War” protagonizada por Nicolas Cage. El personaje central, llamado Yuri Orlov (interpretado por Cage) es basado de alguna manera en Viktor Bout. Por la crudeza y el reflejo de lo que es el negocio de la venta de armas en el mundo, Amnistía Internacional ha apoyado la promoción de la película. Les recomiendo verla si no lo han hecho.